Me llama arroz. Nosotros no tenemos nombre, ¿para qué? Solo a dos tipos de queso, a dos tipos de pasta de dientes o a dos novelas hay que darles nombre para poder distinguirlos. ¿Pero a dos granos de arroz? Abrí la carta, le eché un vistazo y se la devolví.
Yo solo soy un grano de arroz, pero no me gusta que me confundan con otros.
Istvan Örkeny
Qué buen momento para releer sus Cuentos de un minuto.
Yeririti en Flickr |
Precioso :)
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