domingo, 19 de junio de 2011

La mayoría de las estrellas

Estoy decepcionado. ¿Te enfurece? Puedes decir que el parentesco invalida mi juicio. Eso me preocupa bastante. Pero soy también un lector. ¿Eres un escritor o simplemente un autor de cuentos estupendos? A mí me inquieta cuando escribes un cuento estupendo. Lo que yo quiero es tu tesoro.
Erik Johansson
[...] ¿Desde cuándo el escribir es tu profesión? Nunca fue otra cosa que tu religión. Nunca. Estoy un poco sobreexcitado. Puesto que es tu religión, ¿sabes qué te preguntarán cuando te mueras? Pero permíteme decirte primero lo que no te van a preguntar. No te van a preguntar si estabas trabajando en algo maravilloso y conmovedor. No te van a preguntar si era corto o largo, triste o divertido, publicado o inédito. No te van a preguntar si estabas en buena forma o no cuando lo escribías. Ni siquiera te preguntarán si hubiera sido eso lo que escribirías  de haber sabido que tenías las horas contadas; cre que eso solo se lo preguntarán al pobre Sören K. Estoy seguro de que te harán dos preguntas. ¿Habían aparecido la mayoría de tus estrellas? ¿Estabas ocupado en escribir todo lo que tenías en el corazón? ¡Si supieras lo fácil que sería para ti decir que "sí" a las dos preguntas! Si te acordaras, antes de sentarte a escribir, que fuiste un lector mucho antes de ser escritor... Basta con que te metas esa idea en la cabeza, te sientes muy tranquilo y te preguntas, como lector, qué tipo de obra, entre todas, le gustaría leer a Buddy Glass, si pudiera elegirla con el corazón. El próximo paso es terrible, pero tan sencillo que casi no puedo creerlo mientras lo escribo. Te sientas sin ninguna inhibición y lo escribes tú mismo. Ni siquiera voy a subrayarlo. Es demasiado importante para subrayarlo.
                                                                                                         J.D.Salinger - Seymour: una introducción

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