domingo, 17 de junio de 2012

Intuición femenina


    En la primavera de 1783 un globo cargado con una gallina, un cordero y un conejo emprendió el primer vuelo aéreo de la historia. Abajo la gente aplaudía mientras observaba las llamas que calentaban el gas que inflaba el globo que ascendía en el aire.
    Y allí arriba estuvo en rato, un rato largo como un segundo, o un sueño, o una culpa. 
    Pero el fuego se apagó y el globo se fue deshinchando. Una vez en el suelo, se hicieron las mediciones. Había recorrido una distancia de 300 metros.
    El público aplaudía y felicitaba a los Montgolfier. Los niños corrían para tocar el globo, que parecía una breva plena y abierta.
    Tanto el cordero como el conejo quedaron marcados con un temblor que sólo el cuchillo del carnicero logró calmar. Pero cuentan que la gallina, en un momento de rotunda lucidez, creyó vislumbrar el drama sus alas.  

                                                                                                                         Gloria



No hay comentarios:

Publicar un comentario