Bruno Catalano
Horas tempranas de la mañana: todavía no
(no intentas escribir), tan sólo lees indolente.
Todo está inmóvil, tranquilo, pleno, como si
fuera un regalo que nos ofrece la musa de la
como antaño, en la infancia, de vacaciones, cuando
se estudiaba largo tiempo el mapa de colores antes
de la excursión, un mapa que prometía tanto,
o el momento antes de dormirse, cuando todavía no
pero ya se presiente su llegada desde diferentes
su marcha, peregrinación, cuando velan al lado del
(enfermo de la realidad) y la animación entre
figuras
encorvadas en una quietud eterna sobre la catedral;
horas
tempranas de la mañana, silencio;
Se aproxima la alegría.
Adam Zagajewski
Gracias a Paloma por su poema de cada día
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