Luis Beltrán |
Aquel niño
le pinchaba los ojos
a los pájaros;
y le gustaba ver salir
esa gotita
de aire y de luz,
ese rocío limpio
de mañanitas frescas.
Luego los echaba a volar
y se reía al verlos
chocar contra el muro
de su casa,
con un ruido muy triste.
Creció y fue de aquéllos.
le pinchaba los ojos
a los pájaros;
y le gustaba ver salir
esa gotita
de aire y de luz,
ese rocío limpio
de mañanitas frescas.
Luego los echaba a volar
y se reía al verlos
chocar contra el muro
de su casa,
con un ruido muy triste.
Creció y fue de aquéllos.
Luis Pimentel - Juego vil
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