domingo, 17 de marzo de 2013

Ánimas


Esta es una de las tantas y tantas historias fascinantes -escritas o habladas- que se le quedan a uno para siempre, más en el corazón que en la memoria, y de las cuales está llena la vida de todo el mundo. Tal vez sean las ánimas en pena de la literatura. Algunas son perlas legítimas de poesía que uno ha conocido al vuelo sin registrar muy bien quién era el autor, porque nos parecía inolvidable, o que habíamos oído contar sin preguntarnos a quién, y al cabo de cierto tiempo ya no sabíamos a ciencia cierta si eran historias que soñamos. De todas ellas, sin duda la más bella, y la más conocida, es la del ratoncito recién nacido que se encontró con un murciélago al salir de la cueva, y regresó gritando: "Madre, he visto un ángel".

                                                                                            Gabriel García Márquez, Como ánimas en pena

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