domingo, 24 de julio de 2011
Ayer
Ayer cae la lluvia
mañana leopardos
Las niñas cantan amasando barro
en la ribera.
Como un felino el lago eriza
su pelaje manchado y se estremece
bajo la lluvia parda.
Ayer nace mi padre
mañana nazco yo
Sonríes sobre el agua.
Chantal Maillard
Vida en común
Vitonica |
mi estuche de lentes
y tu estuche de lentes
-uno junto a otro-
como dos submarinos oscuros
retozando en la superficie
en tiempos de paz.
Fabián Casas
Alarma
Andrei Tarkovski |
Mi amor no tiene rostro.
Sólo tiene palabras luminosas.
Mi amor es puntual
y cada noche
recojo en mi buzón
su mensaje cifrado.
Enciendo el aparato, parpadea...
Escribe con mayúsculas los besos
y acaricia su cuerpo en letras de colores.
No hay temor al contagio.
Tan sólo su locura me estremece
y yo se la devuelvo
en megabytes desordenados,
-ebria de amor,
ya libre-, acariciando
mi sistema binario desbocado,
mis ventanas al viento con el alba,
el CD Rom tan terso, la memoria...
Tantas noches de amor son un regalo.
María Rosal Nadales
¿Pronto?
Mary Jean Sell |
Venías
de algún continente
sumergido en los mapas
con la mueca oscura
de la estrella sin nombre aún,
flores prematuras en las sienes
y el llanto de todos los huérfanos
empapándote los pies.
Venías desde lejos,
venías muerte, desde mí.
Demasiado pronto
tu botín de fiebres y resinas,
demasiado pronto tu lengua clausurando
todas las vocales de mi nombre.
Laura Giordani
Por lo visto
Philippe Halsman |
Por lo visto es posible decir no.
De una vez y en la calle, de una vez, por todo
y por todas las veces que no pudimos.
Importa por lo visto el hecho de estar vivo.
Importa por lo visto que hasta la injusta fuerza
necesite, suponga nuestras vidas, esos actos mínimos
a diario cumplidos en la calle por todos.
Y será preciso no olvidar la lección:
saber, a cada instante, que en el gesto que hacemos
hay un arma escondida, saber que estamos vivos
aún. Y que la vida
todavía es posible, por lo visto.
Jaime Gil de Biedma
Los árboles que conozco
Tusfotos.net |
la luz del sol se derramará a las siete como de costumbre
sobre estos árboles que conozco.
Estallará el verde brillante, la sombra verde oscuro darán paso
al cruel benigno, indiferente sol.
Los árboles de mi propio jardín permanecerán indiferentes
sin llorar por mí la mañana de mi muerte.
Igual que siempre, con sus raíces sedientas,
ciegos y despreocupados,
los árboles que conocía,
los árboles que cuidaba.
Patricia Highsmith - El diario de Edith. (Traducción de José Luis López Muñoz)
Publicado blog Alejandro Schmidt
jueves, 14 de julio de 2011
No es más
No es más
por selva oscura...
Un poema no es más
que una conversación en la penumbra
del horno viejo, cuando ya
todos se han ido, y cruje
afuera el hondo bosque; un poema
no es más que unas palabras
que uno ha querido, y cambian
de sitio con el tiempo, y ya
no son más que una mancha,
una esperanza indecible;
un poema no es más
que la felicidad, que una conversación
en la penumbra, que todo
cuanto se ha ido, y ya
es silencio.
Eliseo Diego - El oscuro esplendor
Mirar
Jaro |
Diego no conocía la mar. El padre, Santiago Kovadloff, lo llevó a descubrirla.Viajaron al sur.
Ella, la mar, estaba más allá de los altos médanos, esperando.
Cuando el niño y su padre alcanzaron por fin aquellas cumbres de arena, después de mucho caminar, la mar estalló ante sus ojos. Y fue tanta la inmensidad de la mar, y tanto su fulgor, que el niño quedó mudo de hermosura.
Y cuando por fin consiguió hablar, temblando, tartamudeando, pidió a su padre:
—¡Ayúdame a mirar!
Eduardo Galeano -El Libro de los abrazos
Haz lo que quieras
Haz lo que quieras, pinta como quieras,
el impoluto lienzo
pasivamente aceptará tus huellas.
Hiéndelo libremente, sin prejuicios.
Pero no te abandones a las facilidades,
no desmayes la guardia,
sé siempre muy exacto.
Que lo que digas surja desde dentro,
que las cosas se nombren a sí mismas,
que las palabras jueguen
a juegos de palabras, si les gusta,
y que tu propia vida
vaya manchando el verso con sus botas gastadas.
Jesús Munárriz - Poética
Alimento
Un viejo indio estaba hablando con su nieto y le decía:
-Me siento como si tuviera dos lobos peleando en mi corazón. Uno de los dos es un lobo enojado, violento y vengador. El otro está lleno de amor y compasión.
El nieto preguntó:
-Abuelo, ¿dime cuál de los dos lobos ganará la pelea en tu corazón?
El abuelo contestó:
-Aquel que yo alimente.
Texto que apareció hace unos meses impreso en las bolsas de Natura
Sobre querer tener al menos tres paredes levantadas antes de que ella llegue a casa
Él está construyendo una casita en el jardín trasero para cuando el bebé sea lo bastante mayor para usarla de fuerte o club o escondite y quiere tener tres paredes levantadas antes que su esposa llegue a casa. Su mujer está en casa de su madre porque esta ha resbalado en el hielo –durante una fiesta de temática navideña- y necesita ayuda con los preparativos de la fiesta de vacaciones, planeada antes del accidente. Nieva ligeramente y el aire está tan frío que se ve. Está trabajando en la casita con un taladro nuevo que se ha comprado ese mismo día. Es un taladro portátil y le maravilla su eficiencia. Quiere demostrarle algo a su mujer, porque no construye cosas así a menudo y a ella le gusta cuando sale en moto o juega al rugby porque es cosa de hombres. Su mujer quedó impresionada al verle montar el telescopio, un regalo de cumpleaños, en dos horas cuando el manual indicaba que tardaría cuatro. De modo que, cuando ella se ha marchado a pasar el día fuera y visto que el aire está gris y denso y la nieve cae como ceniza, trabaja rápido intentando asentar los cimientos. Una vez ha concluido los cimientos, decide que para impresionarla –y quiere impresionarla de algún modo todos los días y quiere querer impresionarla siempre- necesitará levantar al menos tres paredes antes de que regrese a casa.Dave Eggers
...y tú lo sabes
Porque todo es igual y tú lo sabes,
has llegado a tu casa y has cerrado la puerta
con aquel mismo gesto con que se tira un día,
con que se quita la hoja atrasada al calendario
cuando todo es igual y tú lo sabes.
Has llegado a tu casa,
y, al entrar,
has sentido la extrañeza de tus pasos
que estaban ya sonando en el pasillo antes de que llegaras,
y encendiste la luz, para volver a comprobar
que todas las cosas están exactamente colocadas, como estarán dentro de un año,
y después,
te has bañado, respetuosa y tristemente, lo mismo que un suicida,
y has mirado tus libros como miran los árboles sus hojas,
y te has sentido solo,
humanamente solo,
definitivamente solo porque todo es igual y tú lo sabes.
Has llegado a tu casa,
y ahora querrías saber para qué sirve estar sentado,
para qué sirve estar sentado igual que un náufrago
entre tus pobres cosas cotidianas.
Sí, ahora quisiera yo saber
para qué sirven el gabinete nómada y el hogar que jamás se ha encendido,
y el Belén de Granda
- el Belén que fue niño cuando nosotros todavía nos dormíamos cantando -
y para qué puede servir esta palabra: ahora
esta palabra misma "ahora",
cuando empieza la nieve,
cuando nace la nieve,
cuando crece la nieve en una vida que quizás está siendo la mía,
en una vida que no tiene memoria perdurable,
que no tiene mañana,
que no conoce apenas si era clavel, si era rosa,
si fue azucenamente hacia la tarde.
Sí, ahora
me gustaría saber para qué sirve este silencio que me rodea,
este silencio que es como un luto de hombres solos,
este silencio que yo tengo,
este silencio
que cuando Dios lo quiere se nos cansa en el cuerpo,
se nos lleva,
se nos duerme a morir,
porque todo es igual y tú lo sabes.
Luis Rosales - La casa encendida
Resonar
Todo resuena, apenas se rompe el equilibrio de las cosas. Los árboles y las yerbas son silenciosas; el viento las agita y resuenan. El agua está callada: el aire la mueve y resuena; las olas mugen: algo las oprime; la cascada se precipita: le falta suelo; el lago hierve: algo lo calienta. Son mudos los metales y las piedras, pero si algo los golpea, resuenan. Así el hombre. Si habla, es que no puede contenerse; si se emociona, canta; si sufre, se lamenta. Todo lo que sale de su boca en forma de sonido se debe a una ruptura de su equilibrio.
La música nos sirve para desplegar los sentimientos comprimidos en nuestro fuero interno. Escogemos los materiales que más fácilmente resuenen y con ellos fabricamos instrumentos sonoros: metal y piedra, bambú y seda, calabazas y arcilla, piel y madera. El cielo no procede de otro modo. También él escoge aquello que más fácilmente resuena: los pájaros en la primavera; el trueno en verano; los insectos en otoño; el viento en invierno. Una tras otra, las cuatro estaciones se persiguen en una cacería que no tiene fin. Y su continuo transcurrir, ¿no es también una prueba de que el equilibrio cósmico se ha roto?
Lo mismo sucede entre los hombres; el más perfecto de los sonidos humanos es la palabra; la literatura, a su vez, es la forma más perfecta de la palabra. Y así, cuando el equilibrio se rompe, el cielo escoge entre los hombres a aquellos que son más sensibles, y los hace resonar.
Han Yü (768-824) : “Misión de la literatura” ( traducción de Octavio Paz)
Via láctea
Enrique F. Ferrá |
Es igual que un arroyo, la Vía Lactea,
a cuyos lados lucen las margaritas.
Medio anillo, el Creciente.
Y una mano, las Pléyades, que le señalan.
Mira la luna: es
barca de plata,
que acusa el peso
de la carga de ámbar.
Las Pléyades parecen
el lento palanquín de una camella
a la que el camellero
azuza, fastidiado, hacia Occidente.
Refulgen, tan brillantes,
que son igual que frascos
en que tiembla el azogue.
Tu talle es una rama sin fisuras.
Y tu rostro es un sol,
con el día en tu cuerpo.
Ibn Al-Mutazz: Firmamentos (Samarra 861- Bagdad 908)
viernes, 8 de julio de 2011
A punto de ser
Sacada del blog La zona incierta |
Llevo acostada largo tiempo
en la orilla. Mis pechos
son colinas cubiertas de hoja seca.
Levanto la cabeza y me contemplo:
en mis muslos el vello a punto de ser vello.
me incorporo: la hierba a punto de ser hierba,
doy un paso y despierto al agua
a punto de ser agua,
se asusta un ave negra a punto de ser ave a punto
de ser negra.
Un resplandor me ciega:
el bosque me contempla, a punto de ser bosque,
a punto de ser tuya.
Chantal Maillard
Frío
La radio anuncia precipitaciones aisladas
ningún parte sobre mi corazón.
Solo precipitaciones aisladas,
un frente de frío que avanza
sobre la ciudad donde vivo.
Fabián Casas
Luna 3
La luna se puede tomar a cucharadas
o como una cápsula cada dos horas.
Es buena como hipnótico y sedante
y también alivia
a los que se han intoxicado de filosofía.
Un pedazo de luna en el bolsillo
es el mejor amuleto que la pata de conejo:
sirve para encontrar a quien se ama,
y para alejar a los médicos y las clínicas.
Se puede dar de postre a los niños
cuando no se han dormido,
y unas gotas de luna en los ojos de los ancianos
ayudan a bien morir
Pon una hoja tierna de la luna
debajo de tu almohada
y mirarás lo que quieras ver.
Lleva siempre un frasquito del aire de la luna
para cuando te ahogues,
y dale la llave de la luna
a los presos y a los desencantados.
Para los condenados a muerte
y para los condenados a vida
no hay mejor estimulante que la luna
en dosis precisas y controladas.
Jaime Sabines - La luna
Amor
Mi manera de amarte es sencilla:
te aprieto a mí
como si hubiera un poco de justicia en mi corazón
y yo te la pudiese dar con el cuerpo.
Cuando revuelvo tus cabellos
algo hermoso se forma entre mis manos.
Y casi no sé más. Yo sólo aspiro
a estar contigo en paz y a estar en paz
con un deber desconocido
que a veces pesa también en mi corazón.
Antonio Gamoneda - El libro del frío
Aritmética
caballo y caballero son ya dos animales
Uno más uno, decimos. Y pensamos:
una manzana más una manzana,
un vaso más un vaso,
siempre cosas iguales.
Qué cambio cuando
uno más uno sea un puritano
más un gamelán,
un jazmín más un árabe,
una monja y un acantilado,
un canto y una máscara,
otra vez una guarnición y una doncella,
la esperanza de alguien
más el sueño de otro.
Ida Vitale ("Sumas" de Reducción del infinito).
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