Un día la ciudad desapareció. De cara al desierto y con los pies hundidos en la arena, todos comprendieron que durante treinta largos años habían estado viviendo en un espejismo.Jairo Aníbal Niño
Relatos vertiginosos. Alfaguara, 2000
Un día la ciudad desapareció. De cara al desierto y con los pies hundidos en la arena, todos comprendieron que durante treinta largos años habían estado viviendo en un espejismo.Jairo Aníbal Niño
Nadeshiko Kikyo |
Guardaban, como si fuera un producto de contrabando, una estrella fugaz en una caja de zapatos, similar a las que se usan para criar gusanos de seda en sus días más tiernos. Aquella estrella había entrado, por error, en la casa un atardecer asfixiante de julio. A veces, cerraban las ventanas, los balcones, cubrían las rendijas con algodón, echaban las cortinas, y al cabo, la oscuridad fingía ser una noche cualquiera. Entonces, la soltaban para que diera vueltas por la casa; y los niños (no había televisión en aquel tiempo) aplaudían como se aplaude en el circo al tigre que devora a un domador odioso; y decían, celebrando su luz: Es más brillante aun que una luciérnaga de esas que sólo se ven en las películas de cine americano. Y volvían a aplaudir felices.
Helena -Almeida |
Al principio la Fe movía montañas sólo cuando era absolutamente necesario, con lo que el paisaje permanecía igual a sí mismo durante milenios. Pero cuando la Fe comenzó a propagarse y a la gente le pareció divertida la idea de mover montañas, éstas no hacían sino cambiar de sitio, y cada vez era más difícil encontrarlas en el lugar en que uno las había dejado la noche anterior; cosa que por supuesto creaba más dificultades que las que resolvía.
La buena gente prefirió entonces abandonar la Fe y ahora las montañas permanecen por lo general en su sitio. Cuando en la carretera se produce un derrumbe bajo el cual mueren varios viajeros, es que alguien, muy lejano o inmediato, tuvo un ligerísimo atisbo de fe.
Augusto Monterroso - La oveja negra y otras fábulas
bubuwannafly.blogspot.com |
Helena Almeida |
Gilbert Garcín |
Guillevic por Manuel Loayza |
Acaba de aparecer por primera vez en España un libro más que recomendable. Se trata de Arte poética de Eugène Guillevic, traducido por Pilar González España.
Un arte poética construida a base de poemas que son chispazos de luz que emocionan y sorprenden, incomodan o estremecen. Poemas que te obligan a mirar y a cuestionarte tu lugar en relación a la escritura.
No se trata de un conjunto de reglas que tratan de explicar el arte de la poesía. No, no da respuestas, en realidad solo hace preguntas y las llena de ironía, y de humor, y de emoción. Se trata de un poema, de un poema compuesto por pequeños poemas, un viaje intuitivo, poético, intelectual, que, como todo viaje que se precie, nos devuelve a casa siendo un poco diferentes.
Leedlo. Lo edita Ediciones y talleres de escritura Fuentetaja y es una belleza.
Quizá un poco tarde para empezar el año nuevo. Pero me daba pereza salir de la cama. Que empiecen los demás, yo este año no tengo ninguna prisa. Siempre pasa al abrir los ojos y ver cómo la realidad nos cae encima. Luego, es como si se disolviera un poco la angustia en el café calentito, y ya nos ponemos en marcha.
El caso es que hay muchas cosas por hacer. Este año una más, luchar contra tanto desaliento, un mundo tan triste y tan estrecho ahí afuera. Habrá que llenarse de poesía.
Estos días he pensado que quizá moleste a alguno de los autores que yo ponga sus poemas o sus fotos en este blog. Lo correcto sería pedir su permiso. Pero no se me hace fácil contactar con ellos. Los poemas que pongo aquí son los poemas que leo en clase, los que comento con mis amigos, los que me ensanchan la vida cada día. No quisiera disgustar a sus autores. Buen año y mil gracias a todos.G
Helena Almeida |