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| Mary Jean Sell |
Venías
de algún continente
sumergido en los mapas
con la mueca oscura
de la estrella sin nombre aún,
flores prematuras en las sienes
y el llanto de todos los huérfanos
empapándote los pies.
Venías desde lejos,
venías muerte, desde mí.
Demasiado pronto
tu botín de fiebres y resinas,
demasiado pronto tu lengua clausurando
todas las vocales de mi nombre.
Laura Giordani
