Hacia el medio del relato, una de las noches previas a la llegada del crudo invierno, el protagonista oye por casualidad el susurro de un hombre y una mujer en su desvalida choza.
"Ya no servimos para nada, dice la mujer, tú estás delgado y débil, en cuanto a mí, me languidecen los pechos y siento dolor en la médula de los huesos.
No dejaré de amar lo que queda de ti, dice él.
No se dijeron más. Sin duda se tendieron abrazados en el lecho para tener en las manos su única dicha".
Esa belleza. John Berger / Mark TrivierNo dejaré de amar lo que queda de ti.
(Aprovechando las exposiciones de Giacometti, no está mal leerse esta belleza)
Esa belleza. John Berger / Mark Trivier. Bartleby Editores. Traducción y prólogo Jaime Priede
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